Caracas, 21 de junio de 2010
Hermana amada,
Unas horas antes de tu partida escribía en mi perfil y página de Facebook: desde hace días ya no puedo contemplar tus ojos, nutrirme de tu mirada que a pesar del dolor nos regalaba esas ganas de vivir para cumplir tus sueños, para seguir dando lo mejor de ti... Eres y serás junto al excelso maestro, papá y mamá, mi más fieles ejemplos para continuar haciendo caminos...caminos de fortaleza llenos de fe, amor, alegría, salud, ternura donde especialmente tú. estarás conmigo!
Hoy, en cada paso que doy siento tu presencia y transformo cada lágrima al recordarte en un río de fortaleza para seguir caminando... Camino...miro el cielo de mi también amada Caracas patrimonial... en algún lugar de allí estas tú...pintando caritas, bailando, dando clases, fortaleciendo la fe y el cristianismo a tantos chamos, chamas y jóvenes... Algo me dice que al partir entramos al reino del Supremo siendo el niño inquieto que fuimos, en tu caso la niña inquieta que fuiste...
Hermana amada, querida gata... vivirás siempre en mí, como vive en mí nuestro padre, como vive en mí nuestra madre que a pesar del dolor por tu partida me sigue nutriendo del más sincero amor... que ejemplo nuestra madre para todas las madres, para todas las esposas, para todas las mujeres...!!! cada palabra mía intuye tu presencia Heidi Dayana... contigo seguiré contrachapando mis entendederas, seguiré escribiendo cuentos...pero más aún mantendré tu ejemplo de amistad, hermandad, perseverancia, de tolerancia que a veces tanta falta me hace por ser alérgico a la injusticia, a la deshonestidad, al desamor... Soy en definitiva un hombre privilegiado al ser tu hermano...
Gracias por brindarnos treinta y tres primaveras de tu vida a quienes seguimos amándote y recordándote... a quienes como yo no olvidamos el niño inquieto que fuimos, y seguimos soñando jardines floridos antes de irnos a dormir.
Jr.
Gracias por brindarnos treinta y tres primaveras de tu vida a quienes seguimos amándote y recordándote... a quienes como yo no olvidamos el niño inquieto que fuimos, y seguimos soñando jardines floridos antes de irnos a dormir.
Jr.
